Museo de la Normal

Introducción

El presente proyecto tiene la intención de generar un trabajo mancomunado entre la Universidad Nacional de Salta,  el Museo de Antropología de la Provincia y el I.E.S.Nº 6001 (Escuela Normal Nivel Superior no Universitario) con la finalidad de elaborar la historia del Museo de Antropología y la  creación  del museo de la memoria pedagógica e histórica de la que fue la Escuela Normal Nacional de Maestras, actualmente dividida en tres niveles educativos: primario, secundario y Superior no Universitario. Se incluye a la Universidad por cuanto parte de la historia del Museo se encuentra vinculada a su pertenencia a la misma y por la posible colaboración en la “puesta en valor” de los objetos patrimonializables de la Escuela Normal.

Se considerado oportuno articular el conocimiento que cada una de las instituciones puede aportar a la construcción de obras en común, por contar con experiencias en cada una de las instituciones que ameritan compartirse para generar una política comunicativa en los aspectos referentes al patrimonio material e inmaterial de la provincia y cuya memoria es susceptible de ser divulgada por diferentes medios, tales como la edición de la historia del museo y la exposición de los instrumentos, objetos, mobiliario que pertenecieron a un paso significativo de lo que ha sido la formación docente normalista en el país y que tuvo su inicio en esta provincia a través de las primeras escuelas normales que Sarmiento financió de su Presidencia.

La inquietud ya tiene algunos pasos dados en este sentido, ya que el I.E.S. Nº 6001 ha presentado ante el Ministerio de Educación de la Provincia el Proyecto de Investigación sobre el patrimonio  tangible e intangible de la Escuela Normal, el cual se encuentra evaluado y aprobado por la Secretaría de Planeamiento Educativo, mediante Resolución 005/12. Así también se ha publicado el primer volumen de la historia de la Escuela Normal titulado “Historias y Memorias en el ir y venir de la Formación Docente. A los 130 años de la creación de la Escuela normal Nacional de maestras 1881-20111”.

En esta idea de la recuperación y puesta en valor,  es que se ha visto la necesidad de cooperación mutua para encarar acciones que permitan alcanzar los objetivos propuestos desde sendas instituciones.

Fundamentación

Entendemos que el proyecto posee características que ameritan su concreción en el hecho de que, por una parte el Museo de Antropología no posee una historia documentada que permita recuperar los aspectos sobresalientes de su trayectoria en el medio. Por otra parte la Escuela Normal no cuenta con un Museo que acceda a exponer y difundir el normalismo y su impacto en la sociedad salteña. Ambas cuestiones atañen a la cultura de la provincia, de la región y del país.

En este sentido consideramos oportuno traer las definiciones y recomendaciones de la UNESCO en lo que refiere al Patrimonio cultural. En ese ámbito se ha acordado que el  Patrimonio Cultural es el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia de un grupo humano, que refuerzan emocionalmente su sentido de comunidad con una identidad propia y que son percibidos por otros como característicos. El Patrimonio Cultural como producto de la creatividad humana, se hereda, se transmite, se modifica y optimiza de individuo a individuo y de generación a generación.

Se subdivide en:

El Patrimonio Tangible está constituido por objetos que tienen sustancia física y pueden ser conservados y restaurados por algún tipo de intervención; son aquellas manifestaciones sustentadas por elementos materiales productos de la arquitectura, el urbanismo, la arqueología, la artesanía, entre otros.

– Bienes muebles: son los productos materiales de la cultura, susceptibles de ser trasladados de un lugar a otro. Es decir, todos los bienes materiales móviles que son expresión o testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza que tienen un valor arqueológico, histórico, artístico, científico y/o técnico. Ejemplo de ello son: pinturas, esculturas, libros, maquinaria, equipo de laboratorio, objetos domésticos, objetos de trabajo y objetos rituales, entre otros.

– Bienes inmuebles: son bienes amovibles que son expresión o testimonio de la creación humana o de la evolución de la naturaleza y por tanto tiene un valor arqueológico, histórico, artístico, científico y/o técnico. Ejemplo de ello son: un acueducto, un molino, una catedral, un sitio arqueológico, un edificio industrial, el centro histórico de una ciudad, entre otros;

El Patrimonio Intangible puede ser definido como el conjunto de elementos sin sustancia física, o formas de conducta que procede de una cultura tradicional, popular o indígena; y el cual se transmite oralmente o mediante gestos y se modifica con el transcurso del tiempo a través de un proceso de recreación colectiva.

Son las manifestaciones no materiales que emanan de una cultura en forma de:

  • saberes (conocimientos y modos de hacer enraizados en la vida cotidiana de las comunidades),
  • celebraciones (rituales, festividades, y prácticas de la vida social),
  • formas de expresión (manifestaciones literarias, musicales, plásticas, escénicas, lúdicas, entre otras) y
  • lugares (mercados, ferias, santuarios, plazas y demás espacios donde tienen lugar prácticas culturales).

En este sentido el Proyecto permitirá recuperar una parte significativa del patrimonio cultural provincial. Al respecto tomamos la definición de la UNESCO, a saber, “los procesos asimilados por los pueblos, junto con los conocimientos, las competencias y la creatividad que los nutren y que ellos desarrollan, los productos que crean y los recursos, espacios y demás aspectos del contexto social y natural necesarios para que perduren; además de dar a las comunidades vivas una sensación de continuidad con respecto a las generaciones anteriores, esos procesos son importantes para la identidad cultural y para la salvaguardia de la diversidad cultural y la creatividad de la humanidad”.

Asimismo, la reunión recomendó a la UNESCO que preparara un nuevo instrumento normativo internacional sobre la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, especificando algunos de sus principales objetivos, como: a) conservar las creaciones del ser humano que podrían desaparecer para siempre; b) darles un reconocimiento mundial; c) fortalecer la identidad; d) posibilitar la cooperación social dentro de los grupos y entre ellos; e) garantizar la continuidad histórica; f) promover la diversidad creativa de la humanidad; y g) facilitar el acceso a los frutos de esa creatividad.

Tras la aprobación de la Recomendación de la UNESCO sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular en 1989 y la puesta en marcha del programa de salvaguardia y promoción del patrimonio cultural inmaterial en 1993, el panorama político, económico, social y cultural del mundo ha experimentado grandes transformaciones. Además, la aparición de nuevas tecnologías puede tener consecuencias negativas y plantear obstáculos para la salvaguardia de ese patrimonio, y al mismo tiempo ejercer una influencia positiva, al facilitar su preservación, revitalización y transmisión. A pesar de los avances del programa de la UNESCO sobre el patrimonio inmaterial, han surgido muchos problemas y cuestiones en relación con la situación de ese patrimonio. A raíz de ello, la UNESCO ha organizado ocho seminarios regionales para evaluar la aplicación de la Recomendación entre 1995 y 1999. Sobre la base de los resultados de esos seminarios regionales, la UNESCO organizó la Conferencia Internacional, en colaboración con la Smithsonian Institution, con objeto de examinar la protección del patrimonio cultural inmaterial a finales del siglo XX, determinar la pertinencia de la Recomendación de la UNESCO de 1989 respecto de la situación actual y formular orientaciones innovadoras para el programa de la Organización en este nuevo contexto mundial.

El Plan de Acción de la Conferencia pone de relieve las preocupaciones expresadas por 34 participantes de 27 países y por 40 observadores. Además de proseguir las actividades en el campo de la salvaguardia y promoción del patrimonio cultural inmaterial, el programa de la UNESCO debe atender las preocupaciones de los Estados Miembros acerca de la aparición constante de factores pertinentes y variados, entre ellos el cambio de actitud hacia los sexos, el acceso a las nuevas tecnologías, la bioética, la gestión de los recursos naturales, la diversidad cultural y la mundialización. En el Plan de Acción dirigido a la UNESCO se formularon las siguientes recomendaciones concretas:

  • Elaborar instrumentos jurídicos internacionales adecuados para impulsar la protección del patrimonio cultural inmaterial;
  • Aplicar medidas orientadas a los profesionales con la participación activa de las comunidades locales para la salvaguardia de su propia cultura;
  • Crear una red internacional e interdisciplinaria de expertos para ayudar a los Estados Miembros a preparar programas concretos encaminados a salvaguardar, promover, transmitir y revitalizar el patrimonio cultural inmaterial.

Por los antecedentes a nivel internacional y nacional, por la particular situación de nuestra provincia, consideramos que es necesario historizar la memoria del Museo de Antropología y la recuperación del patrimonio material e inmaterial de la Escuela Normal de Salta. En virtud de que sendas instituciones demandan mutuamente la construcción de una memoria tanto histórica como pedagógica que permita transmitir, recuperar y legar a las generaciones presentes futuras al acervo antropológico que ellas poseen y mantienen en recortes de memoria oral, documental y experiencias  de las personas que permanecen o participaron en la vida institucional de las mismas.

Teniendo en cuenta que hasta el presente no existen antecedentes que permitan integrar en una obra histórica la trayectoria del Museo de antropología y en el caso de la Escuela Normal la existencia de un museo que realice “la puesta en valor” de los objetos materiales, pedagógicos, históricos, didácticos, entre otros de lo que ha significado la formación de maestros y maestras bajo el modelo del “normalismo” durante fines del siglo XIX, todo el siglo XX.