Historia

En Argentina, el normalismo tiene su hito fundacional en la creación de la Escuela Normal de Paraná en 1870, bajo el impulso del entonces presidente de la República, Domingo Faustino Sarmiento. La dirigencia argentina de fines de siglo XIX y comienzos del XX, se propuso «educar al soberano», para concretar la transformación y modernización de la sociedad. Este objetivo comenzó en 1870 con la preparación del magisterio, el cuerpo de profesionales que, egresados de las escuelas normales, llevarían los nuevos aportes en materia educativa a las escuelas primarias provinciales y particulares.

En 1884 se sanciona la ley 1420 de educación común, laica, gratuita y obligatoria a nivel nacional. En 1905 el gobierno presidido por Manuel Quintana sancionó la ley Láinez, que autorizó a la Nación a instalar escuelas de su jurisdicción en las provincias que así lo solicitaran.

El paradigma educativo era «educar al hombre nacional». Para ello se tomaron ciertos sucesos y personajes de la historia de nuestro país y se idealizaron, transformándolos en héroes. La finalidad era que la sociedad se identificara con los próceres nacionales.

Nuestra Institución formó parte de este modelo de escuelas formadoras que enorgullecieron a nuestra provincia y al país.

La Escuela Normal Superior «Gral. Manuel Belgrano» se inauguró el 2 de febrero de 1882 bajo la dirección de la Srta. Benigna Saravia.

La escuela carecía de un lugar propio, instalada (según las memorias de Ema Saravia de Solá), al frente de la plaza 9 de julio, en un lugar al parecer incómodo y pequeño.

Bajo la gestión del Prof. Robles se creó el Jardín de Infantes en 1901 como anexo a la Escuela Normal.

Luego se trasladó el locar a fines de 1909, previa donación del terreno: «el gobernador don Gualdino Rearte el 23 de diciembre de 1903 cede una manzana de terreno para la Escuela Normal ubicada en esta ciudad, dentro de los siguiente límites: del Poniente prolongación Balcarce, al naciente calle Libertad hoy Gral. Mitre, al sur el canal ancho y al norte la calle Rio Bamba»

No se sabe con exactitud el orgien del nombre de la Escuela, pero al parecer surge del Reglamento de las Escuelas del Norte creado por Belgrano y en honor a su persona se le pone el nombre.

Bajo la dirección de María Pilar Saviera fue creada una escuela de aplicación «para habituar a las alumnas a ver, observar y a enseñar, y de esta manera poder completar su formación conjugando la observación con la práctica».

La primera promoción de maestras egresa en 1885 con solo siete alumnas: Rosa Niño, Marcela Alderete, Seila Sosa, Carmen Niño, Teodolinda Figueroa, Benita Campos y Margarita Espeche.